Tras casi ser atropelladas, Clara y Sara son detenidas junto a Pedro y Lucas, un padre y un hijo recién llegados a Vera y causantes del accidente. Poco sabe Clara de que sus caminos volverán a cruzarse. Al mismo tiempo, Rita y sus hijas acuden al entierro de la madre de Rafael, la tensión sube como la espuma provocando una gran explosión en medio de la ceremonia. Por otro lado, Javier, enfrascado en ayudar a su hermano, descubre la razón del inminente divorcio de Miguel. Pasado el mal trago del funeral Marta se lleva una sorpresa al reencontrarse con David.