Blanca está cada vez más convencida de que Azucena es su madre biológica, pero necesita pruebas concretas para confirmarlo. Este descubrimiento potencial la lleva a enfrentarse a una tormenta de sentimientos encontrados, desde la esperanza hasta el miedo. La búsqueda de la verdad sobre su origen promete momentos de gran carga emocional y suspense. Por su parte, Marta organiza una visita guiada por el hotel para los compañeros de clase de su hijo Pablito.